La familia experimenta diferentes cambios a lo largo de su ciclo vital donde las relaciones que se han establecido necesitan reformularse o redefinirse para que todos sus miembros puedan experimentar satisfacción y sentimientos de pertenencia que favorezcan que haya un equilibrio.

Los cambios esperados como por ejemplo la adolescencia o el abandono del hogar por parte de los hijos o hijas, y otros cambios no esperados como la muerte de un ser querido, una separación o una enfermedad, pueden desencadenar dinámicas en las algún o algunos miembros de la familia sienten que no hay equilibrio, y que los intentos que hacen para restablecerlo no funcionan, acumulando sentimientos ambivalentes, de frustración u otros que generan malestar. Estas situaciones pueden hacer que se produzca un distanciamiento o que aparecieran conflictos.

El trabajo con toda la familia puede ser conjunto o con algunos de sus miembros, en función del cada caso. El espacio terapéutico pretende ser un espacio seguro, respetuoso y de corresponsabilidad donde exploraremos las dinámicas relacionales familiares y su narrativa (como nos decimos las cosas).

En este espacio se favorecerá que todas las personas puedan expresarse y visibilizarse, compartiendo sus sentimientos, expectativas, anhelos, miedos y preocupaciones, de manera que puedan ser validados por los demás.

Conjuntamente buscaremos estrategias de afrontamiento, valoraremos y abordaremos los cambios que se puedan considerar adecuados para restablecer las relaciones de manera respetuosa y serena. 

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